El cambio de ventanas no solo es una mejora estética: puede suponer un ahorro energético importante en tu factura de la luz y calefacción. Pero… ¿cuánto se ahorra realmente? Te lo contamos. 

¿Por qué las ventanas influyen tanto? 

Una gran parte del calor (o frío) de tu casa se escapa por las ventanas mal aisladas. Si vives en una casa con carpintería antigua, estás perdiendo energía —y dinero— por cada rendija. 
Cambiar a ventanas modernas con doble/triple vidrio y perfiles de PVC o aluminio con RPT puede reducir hasta un 30% tu consumo energético. 

Mejora del confort térmico 

Ventanas con buen aislamiento mantienen tu casa más cálida en invierno y más fresca en verano, lo que se traduce en menos uso de calefacción o aire acondicionado. 

¿Y el ruido? 

Aunque no influye en la factura, cambiar tus ventanas también mejora el aislamiento acústico. Vivir sin ruidos del tráfico o vecinos también es una forma de ganar calidad de vida. 

Ejemplo real 

Una vivienda con ventanas antiguas que gasta 100€ al mes en climatización podría reducir ese gasto a 70€ con un cambio a ventanas de alta eficiencia. Eso son 360€ de ahorro al año. En pocos años, la inversión está más que amortizada. 

Bonus: ayudas y subvenciones 

Consulta si puedes beneficiarte de subvenciones estatales o autonómicas por mejora de eficiencia energética. En muchos casos, cambiar las ventanas puede estar bonificado. 

Conclusión 

Cambiar tus ventanas no es un gasto, es una inversión inteligente. Ahorro, confort y estética van de la mano. 
 
En Liven Ventanas te ayudamos a elegir la opción que más te conviene, con soluciones en PVC o aluminio que se adaptan a tu hogar.